Esta mañana me he levantado a las nueve con dolor de estómago y naúseas más o menos controlables. He ido al baño y, tan solo con encorvarme sobre el WC, ha salido todo :S Lo único que he identificado es el sabor asqueroso del Frenadol de anoche (con lo que vale ya podrían meterle un poco de extracto de naranja o algo así...), que llevo cinco días con un catarro de los buenos. Qué mesecito... una semana con diarrea y, después, otros cinco con catarro. El farmaceútico me recomendó el Frenadol y hoy me tomaré los dos útimos sobres. Y mañana ya se verá.

Como siempre, lo bueno es que estoy sin hambre =D Me he levantado al mediodía y he comido-desayunado un sandwhich de dos rebanadas de pan integral + dos lonchas de pavo + dos lonchas de queso  (aprox. 200kcal ¿?) y un vaso y medio de zumo (aprox. 80kcal. ¿?). Ahora me tomaré un café y haré mis ejercicios.

Ayer estuvimos en casa de unos primos. Me puse hasta reventar (así no me extraña que me doliera el estómago -_-'). Luego pasamos la tarde hablando. Salió el tema de los estudios y mi prima dijo que lo mejor que podía hacer era estudiar esa carrera que quiere mi abuelo que haga para después decirle "ya he estudidado lo que querías, ahora déjame hacer lo mío". Le dije que me parecía una pérdida de tiempo, porque serían dos carreras que, con suerte, terminaría en unos cinco años (cosa que ni de coña puede ser, que Miss Dior está haciendo Derecho, va por el cuarto año, y sabe que como minimo le queda otro, así que como para hacer Económicas a la vez). Además está el hecho, de que son dos carreras que no me gustan para nada (y dos gremios a los que les tengo bastante asco, que la Justicia hace tiempo que dejó de ser justa y ciega, y las empresas.... pues eso...). Y, principalmente, el hecho de no dejar que sea mi abuelo el que gobierne y dirija mi vida.

Aparte, el tema de que, aunque quisiera, no puedo estudiar una carrera. No terminé Bachiller. Es una pena pero, si hubiera sabido que este año no me iba a ir a Madrid, me hubiera apuntado para terminar el Bachiller a distancia en Vitoria; hubiera podido terminarlo sin que mi abuelo se enterara. Me avergüenza tenerlos engañados, pero me ahorro quebraderos de cabeza. ¿Por qué lo dejé? Por gilipollas. Puedo entender que cuando repetí 2º, que fue cuando mi abuelo me echó de casa, lo dejara porque me ahorraba pagarlo todos los meses y como para el curso que quiero hacer no me hace falta me pareció bien (para sacármelo más tarde).

Lo que no entiendo es como fui tan gilipollas para repetir. La primera evaluación fue genial, la saqué bien, no de sobresaliente, pero bastante bien. Estudiaba todos los días (fue cuando adelgacé a 51) y, como dormía poco, estudiaba más. Después.... no sé cómo pasó. Yo solo sabía que no quería estar en clase. No me refiero a que no quisiera estudiar, simplemente no quería estar en clase. No tenía a nadie con quien quedar entre semana, porque a Amaia no le dejaban salir, así que después de clase siempre volvía a casa y pasaba la tarde en casa. En casa tenía a mi abuela, con una especie de mezcla entre alzheimer y demencia senil (nunca supimos lo que era, porque era imposible llevarla al médico). Mi abuelo no tiene paciencia y todas los días estaban discutiendo, porque mi abuela no se dejaba cuidar, arañaba, se resistía, etc. Siempre discutían, gritaban, mi abuela pegaba a mi abuelo... y yo de espectadora en primera fila. Recuerdo un día que mi abuelo llevaba a mi abuela a la cocina; yendo por el pasillo mi abuela se puso a forcejear, se soltó bruscamente, tropezó, no consiguió mantener el equilibrio y, literalmente, atravesó el cristal de la puerta del salón. Fue horroroso. Es triste ver como una persona acaba así, como se va deteriorando cada día un poco más. Y me avergüenza decir que me alegré cuando mi abuelo me dijo que ya tenia plaza en una residencia; porque esa casa era insoportable.

Y yo no quería estar en clase, no quería estar encerrada entre cuatro paredes. En vez de eso, me iba por ahí, me daba mis paseos, completamente sola, escuchando los ruidos normales de la ciudad, alejada de los griteríos de casa. Ahora veo cuán estúpida fui. Solo tenía que haber aguantado un año, esforzarme en estudiar, haciendo oídos sordos de todo y en vez de eso... hice la estupidez que hice.


Y todo esto solo me hace pensar lo distintas que serían las cosas si mi madre no hubiera muerto.