Hace mucho tiempo que quiero escribir esta entrada pero nunca me apetecía volver a abrir esta cuenta. Tampoco sé si alguien la leerá o si aún quedará alguien que se acuerde de mí, de mi identidad en este blog. Hoy, mientras veía un anime que nunca se cargaba del todo, me acordé de las pocas urls de blogs que me sabía de memoria y, por curiosidad, eché un vistazo por ver como iba todo y, como el cap sigue sin cargarse, me dije que de hoy no pasaba.
No sé muy bien cómo empezar. En la entrada anterior todavía tenía la intención de seguir actualizando, no tenía por mente abandonar el blog ni este mundillo de blogger. Pero nunca tenía la necesidad de actualizar. Llegó un momento en que este blog no se me hizo necesario. Al contrario, creo que estoy mejor sin él. No os confundáis; adelgazar, el peso y hacer ejercicio sigue siendo un pilar de mi vida importante y creo que ya lo será siempre. Pero este blog llegó a convertirse en una especie de juicio, un juicio donde tenía que mostrar mis logros y la gente que me leyera los tenía que juzgar. Era como un lugar ante el que tenía que cumplir. Y yo nunca fui de las estrictas ni de las que cumplían sus metas y sigo sin serlo. Llegué a sentirme mal si, por ejemplo, durante las entradas de un mes solo había estado oscilando entre 65,9 y 65,1, como que no avanzaba. Sé que todo esto solo es cosa mía y que ninguna hizo nunca ningún comentario al respecto. Pero es como yo me sentía. Por eso acabé abandonando el blog y por eso no he tenido la necesidad de volver a él.
En el resto de cosas, ahí sigo. La carrera va regular: ya es fijo que la voy a hacer en cinco años en vez de en cuatro. Mi estado anímico me afecta mucho y suelo acabar cada año con dos o tres asignaturas a repetir a pesar de que me interesa mucho lo que estudio. No sé si realmente tengo depresión porque no tengo intención de ir a un psicólogo, pero he alcanzado un nivel de apatía constante, que a veces empeora, pero que nunca disminuye. Pero no me importa. He aceptado que soy así, de igual forma que he aceptado que siempre tendré el tema del peso en la mente. Y que conste que esto no lo digo con tono victimista; no es esa mi intención.
Sin embargo, tengo algo más de motivación por el futuro que cuando escribí mi última entrada. Nunca dije esto por el blog pero ya que estoy confesando sentimientos, confieso este también: cuando empecé la carrera no me veía terminándola viva. Por aquel entonces me rondaba la idea del suicidio tan a menudo y me sentía tan incapaz de vivir que realmente no me creía capaz de vivir cuatro años más. Y ya he vivido tres años más. Y voy a terminar esta carrera. Y quiero hacer un máster después. Vivir se me sigue haciendo duro y, a veces, insoportable y, la verdad, sigo sin verme llegando a vieja. Puede que en un futuro decida quitarme la vida, pero sé que no va a ser próximamente. Porque tengo planes. Planes que me interesan y, hasta cierto punto, me entusiasman (lo que me permite mi apatía constante).
(aunque el blog se me hiciera pesado, sí que es cierto que echo de menos un lugar donde poder ser completamente sincera. porque nunca sería capaz de contarle esto a ninguna persona que conozco).
Y ya que esto era originalmente un blog de peso, creo que también hablaré un poco de él. Sigo más o menos igual que en la anterior entrada. Desde entonces, engordé y en mayo del año pasado alcancé mi peso máximo de 74kg. Y desde entonces he adelgazado. Y espero seguir, a mi ritmo. Sin embargo, hace meses que no vomito. En los últimos dos años que he estado en el nuevo piso con muy buenos compañeros, a penas he vomitado. A lo mejor una vez cada tres meses. Lo veo un progreso.
Por último, quería agradecer a todas las que me habéis leído, a las que me seguíais desde el principio, desde la mitad o desde el final, comentárais o no. Gracias por haber estado ahí y por haberme leído. Tampoco comenté esto nunca, pero muchas veces deseé conoceros más en profundidad en otra situación no relacionada con la comida, saber qué os gustaba, qué tal os había ido el día, qué estabais leyendo o estudiando y cosas así. Todas me parecíais muy interesantes. Me habría gustado conoceros más e incluso en persona. Pero eso tendrá que ser en un universo alternativo. Aunque ahora tuviera la ocasión de hacer una súper quedada, no lo haría. Porque sé que no me beneficiaria conocer personalmente a nadie que también tenga sus rollos con la comida. Porque, de la misma forma que este blog se convirtió en un juez, esa persona también se acabaría convirtiendo en uno ante la cual sentiría que tengo que justificar cualquier cosa que me metiera en la boca.
Al final me ha salido un texto más largo de lo que quería. Tanto si habéis leído esto como si no, espero que os vaya muy bien en vuestras carreras o estudios y a nivel personal también. No creo que vuelva a escribir por aquí pero tampoco voy a cerrar el blog. Quién sabe, a lo mejor vuelvo dentro de dos años a decir que ya he hecho el TFG y que me voy a otro país a hacer el máster.